#45A_ComAnahuac @cvilaltap #SerProfesorAnahuac "Un profesor Anáhuac es un mentor siempre presente para sus alumnos"
Para mí ser profesora Anáhuac es la oportunidad de compartir experiencias y construir nuevos conocimientos con mis alumnos todos los días. Ellos aprenden, pero también yo.
Es una realidad, sin afán de caer en lo
cursi o en un tema muy trillado, que nuestros alumnos son parte del futuro de
nuestro país; por ende, pienso que como profesora Anáhuac mi mayor
responsabilidad es la de contribuir en la formación de líderes que transformen
y trasciendan; es decir, líderes de acción positiva.
Por esto es que como profesores Anáhuac creo
firmemente que nuestra responsabilidad va más allá de transmitir conocimientos
y de que nuestros alumnos aprendan la materia que nos toque impartir; para mí,
ayudarlos a que aprendan a aprender y que se apasionen al hacerlo es el
verdadero reto porque esto es precisamente lo que contribuye a hacer la
diferencia entre un profesor y un profesor Anáhuac.
Un maestro que sólo asigna
calificaciones no es un profesor Anáhuac porque para un profesor Anáhuac un
alumno no es sólo un número de expediente; es una persona.
Un verdadero profesor Anáhuac no
descarta y no etiqueta; nunca olvida que todos tenemos algo bueno que aportar.
Siempre toma en cuenta que cada alumno es un ser individual con una historia
distinta y con habilidades y capacidades diferentes. Es decir, no aplica eso de
tratar a nuestros alumnos con base en la “igualdad” sino que se trata de un
tema de “equidad”. Recordemos que la equidad es la base de la justicia; mas no
lo es la igualdad.
A veces recuerdo mi época de estudiante.
Algunos de mis maestros continúan presentes en mi mente. No todos; sólo
algunos. Me acuerdo muy bien de los buenos maestros y por supuesto que tampoco
olvido a los malos maestros; a los que ya no recuerdo es a los que no dejaron
en mí nada; ni bueno ni malo. No eran mis favoritos los maestros “barcos” ni
tampoco los “perrísimos”; valoraba a los que eran firmes pero justos, a los que
eran unos verdaderos expertos en su tema, a los que venían siempre perfectamente
preparados a su clase, a los que se comportaban con integridad, a los que se
comprometían con nosotros, a los que nos hablaban con empatía, en fin, muchas
cualidades que todos conocemos.
Para mí ser profesora Anáhuac es una
gran oportunidad y por qué no decirlo, también una bendición. Estoy segura de
dos cosas; una es que como profesora no voy a hacerme rica, así que si alguien
quiere hacerse millonario es necesario que no considere la docencia como
opción, pero por otro lado, también sé que no existe ningún trabajo en el mundo
que me pueda dar mayor satisfacción. Por ello puedo decir con gran orgullo que yo
no soy profesora Anáhuac por conveniencia, yo soy profesora Anáhuac por
convicción.
Mtra. Cristina Vilalta Perdomo
Coordinadora de la Licenciatura Empresarial en Comunicación Mercadológica y Corporativa
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